Así especula y se enriquece la élite corrupta de China

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Antes de venir a China a investigar sobre los aspectos culturales de su crecimiento económico, tenía la cabeza llena de conceptos pomposos como los de “piedad filial”, “decoro” y otros que a menudo se asocian al sello del “capitalismo confuciano”.

Sin embargo, cuando llegué a Wuhan, uno de los focos de mayor crecimiento en la China Central, me di cuenta de que los elementos que movilizaba a las fuerzas productivas respondían a una lógica mucho más oscura y menos elegante del confucianismo.

En su célebre obra Confucianismo y taoísmo, el gran Max Weber ya se encargó, hace ya todo un siglo, de señalar el modelo de enriquecimiento “de rapiña” que reproducía la élite de letrados del Imperio Chino, quienes no dudaban en aprovechar los cortos periodos en el cargo para llenar al máximo sus bolsillos y los de sus parientes.

Pero a la vista de las últimas revelaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, parece que dicha lógica se ha apoderado también de la élite del Partido Comunista Chino, cuyos líderes máximos habrían favorecido a su entorno familiar con beneficios astronómicos. Para colmo, parece que parte de esas fortunas ha sido depositada en paraísos fiscales, jugada que supone una llamativa contradicción de cara a la ideología promovida por el gobierno.

Es lo que ocurre cuando la élite política y la económica comparten cama, y cuando impera la visión cortoplacista y déspota del crecimiento económico con “características piratas”.

Obviamente, Historias de China es un blog personal que no cuenta con los medios de gigantes como El País, o Le Monde, pero entre todo el material de investigación recogido durante mi estancia en China, cuento con unas cuantas pistas que pueden servir para hacernos una idea del nivel de especulación y corrupción al que pueden llegar los cargos políticos de este país.

El caso concreto que he elegido para ilustrar este fenómeno está estrechamente relacionado con la forma casi “milagrosa” en que han crecido las cifras económicas del país.

Se trata de un singular aulario que fue construido hace apenas 10 años en el Campus de la Universidad de Wuhan, una de las 10 mejores universidades de toda China, y beneficiaria de los fondos provenientes de planes nacionales del más alto nivel, como el “Proyecto 985” y el “Proyecto 211”.

Como ejemplo del dineral que la administración estatal y local dirigieron al proyecto 211, basta decir que durante los años 1995 y 2000, periodo en el que se planeó la construcción del citado aulario, se invirtieron nada menos que 2200 millones de dólares en las universidades punteras del país.

Sólo con la inclusión en el proyecto 985, la Universidad de Wuhan ha obtenido ya más de 800 millones de yuanes RMB, cantidad que sería invertida en la construcción de centros de investigación, la mejora de las instalaciones, la organización de conferencias internacionales, la contratación de investigadores reconocidos, y la presencia de investigadores chinos en encuentros fuera de China.

Todo eso pinta muy bonito en un proyecto, y seguro que llovieron mares de aplausos en el momento de su aprobación, pero ¿qué es lo que ocurre cuando todo ese dinero llega a manos de los líderes de las universidades? Pues una de las cosas que ya he comprobado en varios Campus, es que a dichos líderes les entra una sospechosa afición por levantar obras faraónicas en sus Campus.

Pero no penséis que caigan víctimas de una especie de “frustración arquitectónica” del tipo que afectó a Hitler, o que se trate de un caso de megalomanía tan típica de los gobernantes déspotas. Porque la lógica que en estos mejor explica el interés hacia la mega-obra es esa tan ruin y mezquina de que “cuanto más grande el proyecto, mayor el pellizco que me llevo”.

Y esa es precisamente la rúbrica que ha motivado buena parte de las entrañas y los engranajes del “milagroso” crecimiento chino, cuyo PIB se ha hinchado a golpe de horrores especulativos como el que os voy a presentar a continuación.

Éste es el aulario principal que acoge buena parte de las cursos de ingeniería de la Universidad de Wuhan, y al que los alumnos llaman “El transformer” por su apariencia un tanto robótica.

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Sus obras comenzaron en el año 2000, en parte gracias a la inversión de 100 millones de yuanes RMB realizada por la Compañía Nacional de Energía, uno de los pesos pesados entre las principales empresas nacionales del país.

En su entrada principal queda a la vista la siguiente placa, ya en avanzado estado de deterioro, en la que el Servicio de Logística y Gestión de la Propiedad de la Universidad de Wuhan otorgaba a esta obra arquitectónica el título de “edificio modelo”.

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Reconozco que ignoro los estándares de construcción de China, pero a mí me parece que un “edificio modelo” construido a base del dinero de las arcas del Estado no debería estar en estas condiciones tras 12 años:

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Uno de los accesos al aulario, situado en la fachada que queda de espaldas al Lago del Este. La libre circulación del aire cargado de humedad parece una de las causas más obvias del deterioro interno.

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Uno de los pasillos que recorren el aulario de un extremo al otro, con claras deficiencias de iluminación e higiene.

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Tal y como muestra esta última instantánea, al menos, el interior de las aulas parece estar en condiciones más aceptables, pero ¿cuánto tiempo más podría aguantar el edificio sin requerir una reforma?

Pero, aunque resulte difícil de creer, estas chapuzas de la construcción abandonadas sin mantenimiento están a la orden del día por todo el país, que acumula miles y miles de edificios que resultan prácticamente inhabitables tras unos pocos lustros, y que suponen un verdadero peligro para cientos de miles de personas.

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Durante los dos años que investigué en la Universidad de Wuhan, desde finales de 2011 hasta mediados de 2013, presencié la demolición de decenas de edificios dentro y en los alrededores del Campus, mientras nuevas residencias y facultades eran construidas en apenas meses.

Habrá quien esté pensando que al menos las obras generarán puestos de trabajo, cosa que es muy cierta, aunque me temo que las condiciones en las que viven los trabajadores migrantes no son las más dignas, tal y como muestra la siguiente foto, obtenida en un campamento dentro del propio Campus.

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Pues ahora imaginaos cuántas obras se han aprobado a base de especulación salvaje, y haced cálculos sobre lo que verdaderamente hay detrás de ese “milagro” económico, y qué parte de ese apabullante PIB se ha ido directamente a la basura en construcciones dignas de Pepe Gotera y Otilio.

En cuanto a los responsables de semejante desfachatez especulativa en dicho Campus, podríamos señalar al Vicepresidente y el Subsecretario de la Universidad de Wuhan, quienes en el año 2009 fueron hallados culpables del delito de recibir sobornos en diversos proyectos de construcción, delitos en los que también se vio envuelto el director del Servicio de Logística y Gestión de la Propiedad de la Universidad de Wuhan, la empresa que concedió el título de “edificio modelo” al monstruoso “Transformer”.

Respecto al primero de estos “pájaros”, que sirvió en el cargo de Vicepresidente de la universidad en el periodo 2000-2009, se le acusó de recibir sobornos por el valor de 1,35 millones de yuanes RMB y 16000 dólares, aunque el periódico Xinshiji llegó a informar de que fue sorprendido con más de 30 millones de yuanes RMB en metálico escondidos bajo la tarima de su vivienda.

Además se le acusó de haber facilitado la admisión de la hija de uno de sus amiguetes dentro de un programa de la universidad, y en los medios se señaló con saña el detalle de que su hijo estuviera realizando estudios en el extranjero, hecho que no hace demasiada gracia a los ciudadanos chinos, cansados ya de oír a sus líderes despotricar sobre la mala influencia que suponen los valores occidentales.

Por los delitos cometidos, fue condenado a 12 años de prisión, y castigado a pagar 150.000 yuanes RMB, mientras su colega, el Subsecretario de la universidad, fue condenado a 10 años de cárcel y a pagar 50.000 yuanes RMB. Y en cuanto al máximo responsable detrás de la bochornosa placa certificativa en la entrada del aulario, fue condenado a 12 años de prisión y a 75.000 yuanes de multa, también por haber aceptado sobornos.

Como podéis ver, tampoco en China es fácil que queden impunes delincuentes tan chapuceros como los de este caso, pero según las investigaciones que han hecho públicas grandes medios como El País, Le Monde, o Süddeutsche Zeitung, la sombra de la corrupción llega hasta los más altos cargos del país.

Desafortunadamente, los ciudadanos chinos se han levantado hoy sin la posibilidad de acceder a las ediciones online de dichos diarios, y los medios del país ya han sido invitados a seguir las “pautas profesionales” impartidas durante la formación de “periodismo marxista” a la que fueron forzados durante los últimos meses del 2013.

Ay, si Carlos Marx levantara la cabeza…

9 comentarios en “Así especula y se enriquece la élite corrupta de China”

  1. Muy interesante Jabiertzo!!, al final el ser humano es igual aquí, en China o en la luna, corrupción a tutiplen, si es que en España hay muchas obras faraónicas igualmente construidas que hoy en día ni se utilizan, y han salido a subasta, por ejemplo…los aeropuertos, echando leches se han movilizado una banda de narcotraficantes a intentar comprarlo…jajaja, que sobrau!!. Sigue dándole al teclado Jabi, escribes de maravilla. Un abrazo campeón!!

    1. Muchas gracias Charli !!

      Pues sí, parece que las mismas habas se cuecen en todas partes, pero bueno, así ya estamos avisados cuando nos venga con el cuento chino de que hay que producir como en China.

      De todos modos lo de los narcotraficantes tratando de comprar el aeropuerto es digno de Torrente 6, o la que sea que le toque hacer a Segura.

      El asunto me ha recordado al argumento de una peli argentina que, mira qué casualidad, se llama “Un cuento chino”, y que está muy bien, por cierto.

      Encantado y muy agradacedio de que me hayas dejado tu comentario, espero que todo te vaya genial por allí.

      Abrazos de tu amigo chinorro.

  2. Me encanta tu blog, lo comencé a leerlo hace 2 semanas y es muy entretenida, le he echado ojeada a cada entrada, pero algunas me los he leído entera, me gusta mucho tus reflexiones y opiniones sobre todo los temas que publicas. Además aprendo bastante cultura e historia (el de las sectas moló) gracias 😀 . Sobre este articulo: sí, hay corrupción, en China hay mucha, muchísima, mucha más que en España, cada uno beneficiando a sus familiares, pero por lo que veo eso pasa en todo los lugares, sobre todo los más pobres, y creo que hay una correlación más o menos directa con la corrupción en todos los ámbitos, bueno puedes corregirme si me equivoco.

    1. Muchas gracias David!! Me alegro mucho de ver que el blog te resulta de interés.

      En cuanto al tema de la corrupción, como bien apuntas, parece que existe una relación entre desarrollo económico y democrático.

      Y en China, donde todavía se acuerdan de las hambrunas de los 60, la corrupción sigue siendo un tema menor mientras se generen puestos de trabajo.

      Tendremos más ocasiones para hablar sobre el tema, pero si se te ocurre cualquier aportación no dudes en compartirla.

      Saludos desde Changchun.

      Jabiertzo

  3. Buen año nuevo, (supongo que lo estas celebrando), y sí, de momento la corrupción no es un tema tan seria como como los otros que hay, como la polución extrema en las grandes ciudades, cuando estuve en HangZhou en casa de mis tíos no se veía el cielo ni por las mañanas, sólo en ciertas ocasiones se podía contemplar una pequeña porción del cielo,y Pequín es una gigante nube de productos tóxicos, si no fuera porque tenia que pasar por el aeropuerto allá no me meto ni de coña.
    Saludos

    1. Pues me temo que estás en lo cierto en lo relativo a la contaminación, que ya se ha convertido en la primera preocupación de los chinos.

      La verdad es que no me extraña nada poque, como tú mismo mencionas, algunas ciudades viven en una eterna nube de polución que apenas deja ver el cielo.

      Mis mejores deseos para el año del caballo.

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