Adiós al despilfarro en comidas de los oficiales chinos

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China ya no es lo que era. La mano dura del Presidente Xi Jinping en materia de excesos y corrupción se hace sentir de forma cada vez más contundente en los acomodados traseros de los cargos políticos y administrativos, quienes ya se lo piensan dos veces antes de pagar los banquetes entre amiguetes a costa del contribuyente, e incluso se resignan a brindar con cerveza en lugar del preciado licor de arroz.

Por supuesto, hay quien considera irónico que los altos dirigentes obliguen a los líderes municipales a apretar el cinturón después de los rumores de millones y millones llevados a paraísos fiscales, pero lo cierto es que ya iba siendo hora de apretar el cinturón en lo relativo a las reuniones de restaurante.

En 2012, Zhang Zhongliang, Director del Departamento de Finanzas de la  Oficina Nacional de Estadística, llevó a cabo una investigación sobre los gastos derivados de esa afición a la mesa en los círculos oficiales. En marzo de 2014 publicó sus resultados, revelando unos datos de lo más indigestos.

Uno de los indicadores más sorprendentes del estudio fue el de número de comidas oficiales por semana, donde se obtuvieron los siguientes promedios:

Líderes departamentales del Gobierno Central: 1,1 comidas/semana

Líderes departamentales de nivel Provincial: 1,3 comidas/semana

Alcaldes: 15,1 comidas/semana

Magistrado de distrito: 18,2 comidas/semana

Como podéis apreciar, la cantidad de sentadas semanales de los dos últimos cargos llega a unos niveles difícilmente justificables y prácticamente surrealistas. De hecho, si descartamos los fines de semana, nos encontramos con que estos cargos acudían a 3,6 comidas al día, lo que implica acudir a dos comidas o dos cenas, con los brindis incluidos, por supuesto.

Por otra parte, en marzo de 2013, durante la Asamblea Popular Nacional y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, la Sociedad Jiusan, (uno de los partidos políticos con reconocimiento legal) presentó un informe titulado “Recomendaciones para la contención de los fondos públicos”, donde se estimaba un gasto anual de 300 mil millones de yuanes RMB (más de 35000 millones de euros) en banquetes de este tipo.

En total, hablaríamos de 300 millones de comidas al año, lo que equivale a 820.000 de ellas al día, cada una con una factura de alrededor de 1000 yuanes (unos 117 euros al cambio). Y sí, es verdad que los chinos son muchos, y que quizás al final no son tantos menús, pero los 300.000 millones derrochados en banquetes se traducen en puro bochorno en cuanto los comparamos con los 413.245 invertidos en educación durante el mismo año.

También es cierto que en China es muy frecuente negociar las cuestiones políticas y económicas alrededor de una buena mesa, y hay quienes consideran que sin esos encuentros el desarrollo chino no hubiese sido el mismo. En cualquier caso, a la vista de lo mucho que se podía haber logrado con ese dinero en otros ministerios, no es de extrañar que Xi Jinping decidiese poner freno a la costumbre, incluso a costa de convertirse en el aguafiestas nacional. Además, según indican los informes oficiales, parece que sus medidas están dando resultados, pues los alcaldes y magistrados ya habrían bajado su marca a 10,2 y 12,2 comidas oficiales por semana, respectivamente. Algo es algo.

4 comentarios en “Adiós al despilfarro en comidas de los oficiales chinos”

  1. Hola,

    Creo que lo han hecho extensivo a empresas privadas o participadas, por la cantidad de comida que se tira a la basura, también moderando el número de comidas y moderando la cantidad de platillos que se piden, fomentando a su vez , que la gente se lleve a casa las sobras de estos banquetes. A los restaurantes algo les ha tocado, indicandoles que redijeran las cartas, autenticas “Biblias” por su grosor y tamaño.

    Saludos y gracias

    1. Hola Fidelius,

      como bien apuntas, el particular apretón de austeridad se está notando en casi todas partes. No tenía ni idea de que estaban fomentando llevarse las sobras a casa, pero ahora que lo dices, en la última comida que tuve en el departamento, algunos profes se llevaron unos bollos a casa, y a mí me dejaron una botella de licor de arroz que sobró, hehehe

      Qué bien que comentes el efecto sobre los restaurantes, se me había pasado totalmente, y la verdad es que en muchos las están pasando canutas con el tema.

      Mil gracias por participar. Recibe mi mejor saludos desde Changchun.

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