Aunque normalmente no suelo dar eco a los abundantes sucesos rocambolescos que salpican la actualidad China, hoy he decidido hacer una merecida excepción con este vídeo que ya hecho temblar de estremecimiento y risa a medio país.
Según ha informado el diario Wangyi, todo a sucedido en Zhongshan, provincia de Cantón, donde un señor de 45 años que se estaba aplicando una terapia magnética acabó con sus testículos atrapados ente dos potentes imanes. Abrumado por el dolor e incapaz de separar ambas piezas, la víctima del accidente llamó a los bomberos, quienes se pusieron en contacto con un doctor para tratar de solucionar el problema.
Durante las 4 dolorosas horas que duró el rescate, los expertos llegaron a contactar a la empresa que produjo los imanes, la cual sugirió proceder a la separación de los imanes a través de una transición paralela, es decir, deslizando los imanes en sentidos opuestos sobre su presa. No obstante, la familia del atrapado temió que este método dañase el tejido de sus órganos reproductivos, por lo que el equipo continuó en la búsqueda de otras soluciones.
Al final, tras una ardua y exhaustiva búsqueda de información, médicos y bomberos llegaron a la conclusión de que la mejor forma de liberar a la víctima era debilitar el poder opresor de los imanes despedazándolos con una tijera hidráulica.
En el siguiente vídeo podéis apreciar el momento de la feliz emancipación genital y otras partes igual de hilarantes del proceso, como cuando los bomberos le avisan de que es la primera vez que aplican semejante método (al principio del vídeo), a lo que la víctima responde que él se hace responsable de lo que ocurra, o cuando se muestra la evaluación final del doctor: “parece que están rotos pero no es nada serio”.
Madre mía, me parto!