Colección de tópicos y paradojas China-Occidente

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Desde que marché a estudiar la sociedad y cultura de China, en más de una ocasión me han venido a la cabeza ciertas paradojas ligadas a algunos de los estereotipos más recurrentes sobre los occidentales y los chinos. Hasta ahora, nunca me había planteado ponerlas en orden, porque, al fin al cabo, se basan en tópicos muy discutibles y objetivamente falsos.

Sin embargo, si tomamos por válido el teorema sociológico de Thomas, y resulta que es cierto eso de que “si las personas definen las situaciones como reales, éstas son reales en sus consecuencias”, no cabe duda de que nos interesa, y mucho, atender a aquello que las personas y las culturas damos por hechas unas de otras.

Aun así, mi intención aquí no es, ni mucho menos, realizar un estudio serio sobre el tema (aunque si alguien me extendiese un buen cheque se podría discutir), sino lanzar unos pequeños pensamientos para motivar una reflexión sobre el modo en que tendemos a polarizar nuestra visión sobre “los otros”.

Espero que os resulten de interés:

Los occidentales hemos pensado durante siglos que sin fe en un dios capaz de castigar y recompensar, no puede garantizarse el comportamiento ético de la ciudadanía, pero este no es un supuesto dominante en la idiosincrasia china, y aun así, el nivel de violencia de sus calles es menor que en Europa o América.

Los chinos suelen pensar en los países occidentales como lugares con más garantías legales, pero cuando emigran a ellos les defrauda comprobar la discriminación a la que están sujetos, y lo poco que la ley puede hacer por evitar dicho problema.

A los occidentales nos parece que el desarrollo económico chino irá acompañado de avances en materia de derechos, pero China ya ha convencido a muchos de nuestros países de que aspirar a lo primero implica renunciar a lo segundo.

A los chinos les encanta recordarnos que son una civilización con 5000 años de historia, aunque en la mayoría de sus ciudades y pueblos apenas queda patrimonio para demostrarlo.

En Occidente pensamos en los chinos como un pueblo asfixiado por la burocracia, sin embargo, a la hora de arrancar un pequeño negocio, o hacerse autónomos, están sujetos a un menor y más “flexible” control fiscal.

En China tienden a pensar en nuestra libertad como un producto del egoísmo, hasta que descubren que es precisamente el respeto hacia las normas de convivencia lo que la hace posible.

Muchas veces, los occidentales nos compadecemos de los chinos porque no tienen espacio para su individualidad, pero obviamos el sentido que puede otorgar formar parte de un linaje familiar con siglos de pasado a sus espaldas y un futuro que depende de sus decisiones.

Normalmente, los chinos fruncen el ceño ante la idea de nuestros centros pera la tercera edad, pero infravaloran la ventaja que supone tener sistemas que se hagan cargo de nuestra jubilación, dejando a nuestros hijos libres de la carga de tener que apoyarnos económicamente.

En ocasiones, los occidentales pensamos que, en China, la ausencia de un concepto pecaminoso de la sexualidad debe ir asociada a una mayor libertad sexual, sin embargo, la represión que ejercen las familias y centros educativos llega a niveles mucho más altos que en la mayoría de nuestros países.

Los chinos tienden a pensar en los occidentales como seres liberados sexualmente, por eso, se sorprenden mucho al descubrir la forma tan poco natural en que vivimos nuestro cuerpo, y el miedo que nos producen sus secreciones sólidas, líquidas, o gaseosas.

A los occidentales nos parece que los chinos lo reducen todo a una cuestión de dinero, pero nos olvidamos de lo generosos y hospitalarios que son cuando nos aceptan como amigos. Al mismo tiempo, los chinos piensan que la mayoría de nosotros vivimos en condiciones materiales envidiables, y por eso mismo, se asombran al comprobar nuestra afición a pagar las cuentas a medias.

A los chinos a veces les da envidia nuestro carácter extrovertido y nuestra facilidad para hacer amigos más allá de los nexos inter-familiares, pero no entienden muy bien que invirtamos nuestro esfuerzo con personas que, a la hora de la verdad, no harían todo lo posible por ayudarnos.

Los occidentales somos vistos por los chinos como idealistas y soñadores, pero luego se dan cuenta de que la mayoría llevamos vidas de lo más monótono y austero. Mientras tanto, nosotros los imaginamos a ellos muy pragmáticos, hasta que descubrimos que sus aspiraciones de prosperidad apenas entienden de límites.

En Occidente, muy a menudo China es presentada como un país sin libertad, pero, probablemente, es la nación que con mayor éxito ha sacado a sus ciudadanos de la pobreza. A su vez, los chinos piensan en Occidente como los países de los derechos, pero cuando deciden probar suerte en ellos, se encuentran con que sólo pueden hacerlo quienes cuenten con determinada suma de dinero en el banco.

26 comentarios en “Colección de tópicos y paradojas China-Occidente”

  1. «En Occidente pensamos en los chinos como un pueblo asfixiado por la burocracia, sin embargo, lo cierto es que están sujetos a menores niveles de control a la hora de arrancar un pequeño negocio».

    Eso sí que es un tópico. Los chinos no sólo están sujetos a controles económicos, fiscales y financieros, sino políticos, ya que los pequeños comerciantes, como todos los ciudadanos, carecen, por ejemplo, de libertad de asociación, lo cual es fundamental no ya para el ejercicio de sus derechos y libertades sino también para las cuestiones más prácticas de su iniciativa empresarial.

    Buena iniciativa, pero revise sus fuentes.

    1. Creo que deja claro que habla en términos de burocracia. También hay que recordar que China es un país complejo. Existe también una China capitalista desde la reforma de Deng Xiaoping.

      El hecho de que el autor necesitase o no revisar sus fuentes, no hace mas veraz el origen de las tuyas.

      1. Anónimo e Iván:

        Que es más fácil y menos burocrático abrir un negocio en casi cualquier país (por ejemplo, España) que en China es una obviedad, confirmada por los informes de cualquier organización seria que se dedique a ello. Por ejemplo, éstos [1], que son una referencia mundial y que ponen a China en el puesto 158 del mundo, incluso por detrás de España. Pero por si eso fuera poco, el hecho de que los potenciales comerciantes están sujetos a un sinfín de normas y restricciones legales que no existen en casi ningún país del mundo (incluyendo otras dictaduras) hacen mucho más difícil abrir y regentar un negocio. Por último, conviene recordar que una cosa es capitalismo y otra muy distinta capitalismo de Estado, por mucho que por el nombre parezcan lo mismo.

        Conozco bien China y quedo a su disposición si necesitan alguna aclaración. Insisto en que valoro la inciativa del autor, pero no creo que cambiar unos tópicos por otros ayude a que los lectores conozcan mejor el país.

        [1] http://www.doingbusiness.org/rankings

        1. Hola Gatete,

          aprecio mucho tu aportación, pero me temo que, muy probablemente, en esos datos se escapan millones de pequeños “autónomos” a los que el Estado chino no puede controlar como en Europa. Por supuesto, a la hora de regularizar su situación, en principio, tendrán que pasar por procesos burocráticos muy pesados. Pero si conoces China tan bien como dices, sabrás que aquí muchos de estos problemas se arreglan a golpe de sobre bajomanga.

          Por otra parte, dudo mucho que hacerse autónomo en China sea tan costoso como lo es en España, donde emprender se ha convertido en una odisea. Es más, en el tiempo que llevo en China, varios de los parientes de mi novia y mis amigos chinos han puesto en marcha sus propias iniciativas sin apenas rendir cuentas con el Estado, cuyo control sobre los impuestos no llega, ni de lejos, a los niveles europeos o estadounidenses.

          En 2012, los ingresos fiscales en relación al PIB de China sólo llegaba al 17%, mientras que en Estados Unidos andaban en el 26,9%, y en España pasaban del 37%. Aquí tienes una tabla de la wikipedia elaborada a través de datos de diversas fuentes, por si quieres comprobarlo: http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_countries_by_tax_revenue_as_percentage_of_GDP

          Si hechas un vistazo a mi escrito original, yo no digo que los chinos no sufran de la carga burocrática, digo que nosotros los imaginamos paralizados por ella, aunque, en la práctica, cuentan con muchas “facilidades” fiscales y legales para poner en marcha sus pequeños negocios. Lo siento si no me había explicado bien. En cualquier caso, agradezco mucho tu aportación al debate.

          Recibe mi mejor saludo desde Changchun.

    2. Sr.Gatete: Infórmese mejor usted, le veo muy perdido. La madre de una persona cercana a mi tiene abiertos dos negocios en Beijing. La burocracia y licencias son muchísimo menores, y los impuestos sobre las ventas prácticamente inexistentes de lo reducidos que son. Como sufrido autónomo en España, siento envidia de la rapidez y ventajas de crear tú propio negocio en China (si eres chino, claro)

      1. En Taiwán abrir un pequeño negocio es lo más sencillo del mundo, sólo necesitas pagar un abogado que te tramite la burocracia necesaria. Aquí está incluíio el conseguir tu propio permiso de residencia muy fácilmente gracias a ello y con una inversión muy pequeña. Además dudo que haya los controles de sanidad que hay en Europa ni carnés de manipuladores de alimentos ni nada de nada para vender comida, lo único si se quiere vender alcochol que hay que pagar una licencia pero nada que no sea dinero, no complicaciones. Esto en España me parece no ya que sería caro y lento sino totalmente imposible, sobre todo el conseguir tu propio permiso de residencia legal tan fácilmente.

        1. Muchas gracias por aportar el contraste de Taiwan, Toni.

          En cuanto a tu último apunte, no podría estar más de acuerdo, las facilidades que tenemos los europeos a la hora de probar suerte en China no se pueden comparar con el muro que se encuentran los chinos al tratar de entrar al viejo continente. Aunque, una vez más, no refiero tanto a lo burocrático, sino a los requerimientos económicos.

          Basta recordar que, todavía hoy en día, a los turistas chinos se les requiere formalmente presentar sus movimientos bancarios para demostrar que cuentan con, al menos, 50 euros por día que esperan pasar en Europa.

  2. se puede apreciar que tus ojos están enamorados de china y lo ves desde esa perspectiva.
    Cuanto tiempo lleva usted allí?

  3. Estoy de acuerdo tengo varios amigos chinos uno de ellos ya es casi un hermano para mi al principio les cuesta cojer confianza pero en cuanto lo hacen son amigos como pocos puedas conocer

  4. ¡Me ha gustado mucho tu artículo! Te descubrí meneando por la web y no me pierdo ninguno de tus articulos.
    La verdad es que la concepcion de china que tenemos en Europa dista como tu bien dices de parecerse a lo que realmente es. Es mas, por norma general, mucha gente lo vera aun como una dictadura. Quizas como los vecinos de Korea del Norte, pero en un termino mas liberal.
    Este articulo (Y en general tu blog) te hace ver que no hay nada mas lejos de la realidad.
    Eskerrik asko!!!
    Un paisano 😉

    1. Hola Alvaro,

      me alegro mucho de saber que disfrutas con el blog.
      Mi objetivo con este artículo era atraer la curiosidad de nuevos lectores e invitarlos a ojear otros artículos más elaborados, y Menéame me ha brindado la oportunidad ideal para ello.
      Por mi parte, te invito a que participes y aportes tus opiniones o experiencias cuando lo consideres oportuno.

      Eskerrak zuri, eta goraintziak Txinatik!!

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