Pese a los estragos que puede causar el famoso shock cultural, el tiempo tampoco pasa en balde en China, y tras unos cuantos meses o años viviendo por estos lares, lo más probable es que nuestra percepción y nuestra experiencia de lo “normal” y lo “habitual” se vaya asemejando a la de los chinos. Como resultado de ello, y sin saber muy bien cómo ni por qué, llega un día en que, de pronto…
1- Descubres lo diferentes que son los chinos unos de otros:
Efectivamente. Tras pasar unas semanas confundiendo el rostro de tus amigos o de tu pareja con el de simples desconocidos, la vista comienza a habituarse a los rasgos asiáticos y ante tus ojos se abre todo un mundo de caretos más o menos apetecibles aunque definitivamente diferenciables. Yo me jugué un tortazo doble cuando le di un abrazo a una pobre chavala que pasaba por donde solía quedar con mi novia, pero os aseguro que este tipo de “ceguera” se supera relativamente pronto. Ahora bien, mucho ojo, porque también afecta a los chinos, muchos de los cuales no serían capaces de distinguir a Bruce Willis de Chiquito de la Calzada.
2- La infraestructura de tu país te parece de juguete:
A veces pasa que haces una estancia en China sin mezclarte demasiado con la gente local, y justo cuando estás convencido de que las diferencias entre nuestras sociedades no son para tanto, vuelves a casa y te haces consciente del irrefrenable gusto de los chinos (o de su gobierno) por lo gigantesco. Personalmente, me da mucha gracia pasar por las estaciones ferroviarias europeas, incluso las de las capitales, porque sencillamente parecen una cosa de broma al compararlas con los monstracos que nos encontramos en China cada vez que toca tomar un tren, especialmente si es de alta velocidad.
3- Flipas cuando ves un cielo azul o una noche estrellada:
Lamentablemente, esto es algo que ocurre en gran parte del país debido al problema de la contaminación atmosférica, aunque es probable que esto también fuese así en las etapas previas de desarrollo industrial de los países occidentales. En cualquier caso, es bastante triste darse cuenta de lo jodidamente sucio que está el aire en China, y más todavía cuando echas cuentas de la cantidad de tiempo que has pasado respirándolo.
4- Aumenta tu necesidad periódica de roce con la multitud:
Es posible que a muchos no les ocurra, pero después de pasar unos días tranquilos sin apenas salir de casa, casi como que me entran ganas de montarme en un bus o en un vagón a tope de chinos, o “pasear” por una calle bien transitada, de esas en las que es mejor no tropezarse, a menos que nos mole el masoquismo, claro está. Eso sí, las dosis de roce multitudinario es mejor administrarlas con cuidado, ya que un error de cálculo en la inmersión puede suponer pasar del gustillo por el ambiente o “renao” a unas ganas locas de pillar un lanzallamas y…
5- Te olvidas de silbar en público:
Si es que le tenías afición al asunto, obviamente. Y es que, en buena parte de China, el simple hecho de silbar es una conducta atribuida generalmente a “playboys” y tíos con malas intenciones hacia las féminas. Yo silbaba mucho en todas partes hasta que mi novia me dijo que estaba haciendo el ridículo con mi pinta de guiri calvorota. Ahora a veces silbo para adentro, de modo que apenas se me escucha, aunque ni así te libras de las miradas de desconfianza.
6- Te empeñas en comer con palillos hasta la sopa:
Los chinos prestan bastante atención al modo en que los extranjeros usamos los palillos, de ahí que muchos nos esforcemos en dominar la técnica en sus muy diversas modalidades, hasta que nuestros dedos y nuestra boca son capaces de sacarle provecho a cualquier pieza comestible. Por eso, no es de extrañar que, en más de una ocasión, nos encabezonemos en usar los palillos incluso cuando podemos echar mano de una cuchara o de las manos, de forma parecida a lo que ya nos ocurría a algunos con el tenedor.
7- Has completado la transición del pan al arroz:
Si eres de los que, como yo, acostumbraba a comer con el tenedor en una mano y un buen cacho de pan en la la otra, es posible que lo pases mal hasta aceptar el cuenco de arroz como sustituto. No obstante, a mi modo de ver, cuanto antes se completa esta transición, antes se aprende a disfrutar de la comida china, pues gran parte de sus platos pierden muchos puntos sin el sabor y la textura del arroz como acompañante. Además, no sé cómo estará la situación en las ciudades más cosmopolitas, pero allá donde he vivido yo, cuando entra la morriña de comer pan, más vale optar por los bollos o tortas locales que empeñarse con las poco logradas barras al estilo europeo.
8- Le has perdido el miedo a pagar la factura del restaurante:
Confieso que antes de vivir en China no era de los que gustan de pagar la comida o la cena a familiares o amigos, y durante años prediqué el muy lógico “cada uno que se pague lo suyo”. Sin embargo, en este país confluyen dos situaciones que hacen que nos envalentonemos a la hora de pedir la factura.
Por un lado, el precio de los platos es relativamente más bajo que en Europa, incluso para los propios chinos, quienes salen a comer o cenar bastante más a menudo. Por otra parte, en China no es habitual dividir la factura entre los comensales, sino que uno de ellos se hace cargo de ella tras pelear con el resto por la honra que implica el gesto. Es decir, pagas cuatro perras y quedas como dios con los amigos. Así, sí se puede.
9- Relajas el control sobre la salida de gases corporales:
A los chinos, en general, les preocupa mucho la salud, y se cuidan mucho de que las energías del cuerpo fluyan naturalmente. Por eso, no nos tenemos que asustar al descubrir que al personal se le “escapa” algún que otro eructo o flatulencia en público. Es más, lo mejor es adaptarnos a su modus vivendi gastro-intestinal y aceptarlo como otra forma más de interacción social. Sin ir más lejos, el otro día, mientras cenábamos con mi suegro, se inclinó hacia un lado y, así, como quien no quiere la cosa, me obsequió con un fusco bastante sonoro, pero en lugar de indignarme o montar una escena, decidí aceptarlo tal cual -tampoco era de los que olía- y devolverle el detalle mientras subíamos las escaleras de casa.
10- Te “sientas” en el retrete de forma un tanto especial:
Por último, aunque no menos importante, está la postura en que los chinos hacen de vientre, la cual, como muchos sabréis, es recomendada por muchos médicos debido a su efectividad evacuadora. Ciertamente, muchas de las residencias y viviendas que ocupamos los occidentales en China cuentan con un “trono” a nuestra usanza, pero a uno no siempre le llama la naturaleza cuando está en casita, y después de unas cuantas experiencias descargando de cuclillas, es posible que hasta le cojamos el gusto a la postura. Yo admito que suelo recurrir a ella cuando me ataca el estreñimiento, aunque practicarla en mi retrete es casi un deporte de riesgo…



“[…] pero en lugar de indignarme o montar una escena, decidí aceptarlo tal cual -tampoco era de los que olía- y devolverle el detalle mientras subíamos las escaleras de casa.”
Buenísimo.
Gracias Pablo,
supongo que es lo que pasa cuando los pedos son aceptados entre las formas públicas de interacción social. A mí todavía me hace mucha gracia cuando mis familiares o amigos los sueltan mientras estamos reunidos, pero ellos me miran en plan “¿Qué pasa? ¿Nunca te has tirado un pedo?”.
Yo soy de los que somatizan los nervios en el aparato digestivo y en algunas comidas especiales se me hacen gases porque como con más ansiedad. Sin embargo, esto me pasa menos cuando estoy en China, en parte porque el ambiente es más flexible, y en parte porque sé que nadie se va a escandalizar si me retiro un poco para rajarme agusto o eructar.
Pero lo más curioso para mí es la naturalidad con la que se vive este aspecto de la biología humana dentro de las relaciones de pareja. En Occidente somos capaces de pasarnos meses con auténtico terror de que se nos escape un pedo frente al novio o la novia, pero esto sería bastante extraño en China, por no decir simplemente ridículo.
No se si te lo pregunte y supongo que no sabras la respuesta hasta que hagas un experimento.
En una multitudo de No-chinos los blancos tenemos mas facilidad que encontrar un chino entre la multitud?
A lo mejor nos destaca mas los blancos por salirse de lo normal.
Te lo comento, porque una vez vi dos chinas que estaban a 5 metros y no se encontraban. Obviamente no habia casi chinos por ahi.
Se estabn llamando y me sorprendia que no se encontrasen. Estaba dudando si realmente se llamaban entre ellas. Al final se vieron y se acercaron.
Tal vez tenian algo de miopia. Es curioso, no me suena haber visto chinos con gafas. Con los japonese es casi mas comun que con occidentales. Hasta he dudado si es por la vista.
Los sistemas de reconocimiento facial asiaticos tambien funcionan mejor con chinos. Pero no se si es por la forma que estan programados o por la fotos con las que son alimentados para que aprendan a distinguir gente.
Esta china explica como diseñaron sus sitema. Esta mas avanzado de lo que yo pensaba.
http://download.ted.com/talks/FeiFeiLi_2015-480p-es.mp4
Gracias por el comentario y por las interesantes referencias, amigo Wallebot.
El caso que comentas sobre las dos chicas bien podría deberse a la miopía, que es especialmente frecuente en países como China, Singapur o Corea del Sur, posiblemente debido a que no reciben suficiente luz exterior, según apunta este artículo: https://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-de-ciencias/el-mundo-vive-una-epidemia-de-miop%C3%ADa-090123392.html
En cuanto a la cuestión de quienes nos diferenciamos mejor, la verdad es que no lo sé, pero es un tema interesante. Lo que sí te puedo decir es que, al principio, el cerebro no proceso las diferencias de los rostros aunque los ojos las vean, porque todavía no se ha acostumbrado a los rasgos, y eso también les pasa a los chinos cuando viajan a países occidentales.
Hace un tiempo me reí mucho al descubrir que mi novia se había pasado media The Departed (2006) sin distinguir a Matt Damon y Leonardo DiCaprio, y unos días atrás, mientras veíamos la tele con mi suegra, me decía que era igualito a casi cualquier actor blanco y con entradas que aparecía en pantalla.
Esto es muy curioso, porque aunque nosotros prestemos mucha atención a las narices o a los ojos, muchos chinos nos meten en el mismo saco de “nariz y ojos grandes” y apenas se fijan en detalles que para nosotros son importantes, igual que nos pasa a nosotros con sus rasgos faciales, que muchos reducen a “ojos rasgados y nariz chata”, aunque las narices y los ojos chinos seguramente son tan variados como los nuestros, con la excepción del color, que en Asia sí parece estar más limitado (aunque también hay excepciones).
Muy interesante todo lo que cuentas. Por lo que he oido de oculistas, la causa oficial es la genetica, pero como dice el articulo no cuadra por haber aumentado tan rapido. Es raro que todos hallamos mutado de repente.
No habia leido nada de lo que me dices pero es una de las hipotesis que tenia.
No tanto por la influencia de la luz solar en la retina, como por no usar la vista para enfocar de lejos.
Otra posibilidad que me planteaba era que la falta de luz produjese alguna deficiencia de vitamina D. Tambien habia pensado en otras deficiencias porque los niños ahora comen mas guarrerias y la calidad de los alimentos ha bajado tambien.
De todas formas no hay nada seguro todavia. Aunque la hipotesis que cuentas me convence bastante.
Tu has sido bastante camprestre, que tal andas de vista?
En mi casa mi padre ve de lejos mejor que el resto de la familia, creo que incluso yo llevando gafas y el nada.
Por aqui no veo a chinos con gafas. A mi de pequeño no me gustaba nada y ahora casi no me queda mas remedio. Tal vez no les gusta llevar gafas.
Tampoco le veo guiñar los ojos para ver mejor, pero a lo mejor no se les nota XD.
Pues yo también me pasaba horas empollando en casa, pero nada comparado con lo que acostumbran los chinos. A lo mejor es por eso que veo muy bien de lejos, mientras que mi novia, igual que un montón de sus paisanos, no ve ni cascorro a más de 20 metros. En cualquier caso, y como tú mismo sugieres, por aquí ser miope tampoco implica llevar gafas, ya que se les tiene el mismo reparo estético. Esto hace que muchos opten por las lentillas, que en los últimos años se han hecho muy populares, sobre todo esas con efecto para cambiar el color del iris y hacer que parezca más grande: http://kaleidoscope.cultural-china.com/en/7Kaleidoscope11908.html
Hola Wallebot!
Por mi experiencia enseñando y con chinos (especialmente chinas, ya que son bastante más fácil de tratar) los chinos no se ponen gafas por estética y a veces las graduaciones no son muy buenas (o los tíos pierden mucha vista) No es normal que un chaval con gafas no vea a más de 3 metros de distancia, por ponerte un ejemplo.
No sabría darte la razón por la que estamos muy ciegos, pero me creo la de las distancias y lo poco que forzamos la vista.
Hola de nuevo Javier,
Acabo de tener el segundo bebé y me han venido mis suegros a “ayudarme” durante 6 meses. Lo de los eructos y ventosidades lo tengo ya más que asumido después de tantos años y aquí lo experimento a diario. Incluso ahora me uno a ellos y no veas lo a gusto que se queda uno de poder soltar “las energías” cuando le vienen a uno sin tener que aguantarse…
Respecto a lo de la morriña del pan mientras uno está en China, después de estar 6 veces por allí en estancias de varias semanas, ya he desistido. Sé que jamás podré tener pan normal en China (aunque vivo en Inglaterra y aquí también es casi imposible conseguir pan decente, pero en China es que no hay pan que no sea de molde y para extranjeros). Te comento mi última anécdota en mi odisea de encontrar pan en China. En Beijing hay un centro comercial de estos brutales llamado Solana. Es una copia de “Europa” donde te encuentras calles con edificios como si fuera Italia, la leche. Bueno, tienen un supermercado de productos occidentales a precio de cojón de pato, como siempre, y encontré pan de verdad. O eso creía yo. Hasta que lo mordí y tenía puto chocolate dentro. Porque el pan para esta gente tiene que ser dulce porque al ser horneado, tiene que ser como un bollo. Pues eso, que olvídate del pan en China, es una entelequia.
Oye, suscribo todos los puntos, pero lo de silbar no lo sabía.
Hola Carlos,
en primer lugar, mi enhorabuena por tu nueva paternidad, y mil gracias por compartir tu experiencia.
Pedorreras aparte, ¡cuánta razón tienes con lo del pan! Yo hubo un tiempo en que compraba “baguettes” del Walmart que tenemos cerca de casa, pero su sabor y textura no me producían más que decepción, y acabamos volviendo al pan de molde para extranjeros que comentas, que tampoco anda tan lejos de lo que puedes comprar en casa.
Por cierto, me he reído mucho al imaginarte descubriendo el chocolate de las barras del Solana ese. Oye, igual tenemos que abrir una cadena de panaderías de verdad, como hicieron muchos emigrados a Latinoamérica en la época de mis abuelos y mis padres. A lo mejor nos forramos y todo 😉
En Beijing hay una cadena de abastos Jenny Lu donde venden buen pan al gusto nuestro. Igual hay panaderías alemanas independientes y varios hoteles venden el pan que hornean para sus comensales. De hecho, ahora hay una enorme variedad de pan. El precio varía entre 10 y 40 yuanes.
Muchas gracias por la información, Victor. A ver si la próxima vez que me pase por Pekín puedo hacerme un bocadillo con un pan de esos de Jenny Lu. Pena que ya me haya zampado el jamón y el queso que me traje de casa…
Ahora se consigue hasta queso manchego en muchos establecimientos, incluyendo los Jenny Lu. Tienen quesos suizos, franceses, italianos así como charcutería importada y nacional preparada por alemanes. En Sanlitun, a 3 cuadras de la embajada española hay uno.
Fenomenal, Victor. En un mes tengo que pasar de nuevo por la embajada, esperemos que de paso me pueda tramitar un buen almuerzo.
1.- Exacto, te das cuenta que los chinos (asiáticos son bastante diferentes los unos de los otros y eso sorprende mogollón.
2.- También es totalmente cierto!!! la verdad es que las infraestructuras, aunque terriblemente grandes, a veces se hacen demasiado grandes o demasiado pequeñas dependiendo de la temporada… ya sabes a qué me refiero…
3.- No estoy totalmente de acuerdo ahora que estoy en Mongolia Interior. Aquí todos los días (o casi todos los días porque a veces llueve o nieva!) tengo una noche bastante estrellada… eso sí, un poco contaminada lumínicamente por culpa de la luz de la calle… pero bueno, a esto no se le puede hacer nada, no?
4.- No estoy de acuerdo. Estoy en esta parte del país y no echo de menos Wuhan… de hecho si alguna vez me toca volver a hacer algo lo más seguro es que acabe de muy mal humor. No aguanto las multitudes…
5.- 喂! 对,你!赶快过来啊! mejor esto que utilizar el silbido… siempre donde esté un buen grito que se quiten cosas de silbidos y demás… creo que esta es una tradición también muy extendida por nuestra gran patria.
6.- Totalmente cierto… aunque al final solo pillas las cosas de las sopas y luego las bebes des recipiente. Por cierto, hablando un poco de cómo aprendí a usar los palillos: estuve casi un mes entero en China utilizando los palillos todos los días, Había días que, para practicar cogía el móvil con los mismos para practicar la fuerza (la destreza ya lo dominaba, pero cuando había que coger las almóndigas o cosas más pesadas, mi fuerza se resentía.)
7.- Nunca tuve esa transición ya que soy valenciano! jajaja, allí ya somos muyyyy arroceros per se!
8.- Esta todavía me cuesta, pero la voy pillando… la putada es volver a España y hacerlo quedando como un pagafantas o un raro!
9. – Ya estaba relajado, pero en la intimidad, como el catalán. Eso sí, si te pones muy local hasta el escupir se vuelve normal. Yo he de confesar que escupo, pero solo cuando estoy conduciendo la bici por periodos grandes… y es que, no sabes el asco que da muchas veces tener la boca con cosas sucias dentro. De hecho estoy pillándole la lógica a eso de escupir. Lo que no quiere decir que lo apoye cuando escupen en el suelo. Eso es asqueroso.
10.- No way!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! trono all the way! ni de coña me vuelvo a poner a vivir en un apartamento sin el trono!!! jajaja esto es imposible!
Hola Alejandro, ¡qué alegría verte por aquí! Que sepas que pasamos por nuestra querida Wuhan hace apenas unos días, y aluciné al comprobar la velocidad a la que se está desarrollando la ciudad (¡¿tres líneas de metro en apenas tres años?!).
Celebro que estés disfrutando de un poco de aire limpio en Mongolia Interior, aunque probablemente los niveles de polución también hayan aumentado en los últimos años.
En cuanto a lo de silbar, me refería más a la modalidad musical, que por aquí apenas te la encuentras, aunque no es raro cruzarte con gente que va canturreando. No sé cuán extendida está la mala opinión sobre los aficionados a silbar, pero realmente tengo que hacer mucho esfuerzo para recordar al último que oí por la calle.
Sobre lo que comentas de escupir, a mí muchas veces me han dicho que es una cuestión de higiene corporal, ya que les preocupa mucho tener la garganta limpia, y ya hemos comentado la cantidad de porquería que puede ir suspendida en el aire de las ciudades en pleno desarrollo. A mí ya no me da tanto asco, y también me pasa que, cuando me entran ganas, no me reprimo el impulso, aunque me sigue costando escuchar o ver a los que carraspean de forma más sonora en los restaurantes.
Por último, conste que yo tengo trono en el baño de casa, pero también es verdad que a veces me encaramo a él del modo mostrado en la foto, porque realmente ayuda mucho cuando la faena se resiste, y parece que se evacua mejor.
Fuera como fuese, mil gracias por dejarnos un comentario tan currado y lleno de experiencia.
Espero que las cosas te vayan fenomenal por esas tierras.
Por último, conste que yo tengo trono en el baño de casa, pero también es verdad que a veces me encaramo a él del modo mostrado en la foto, porque realmente ayuda mucho cuando la faena se resiste, y parece que se evacua mejor.
Ten cuidado, porque ha habido accidentes muy graves. La loza corta mucho, hay fotos por internet.
Cuando uses la tecnia no tranques y avisa a alguien de casa por si te tienen que rescatar y llevar a urgencias.
En yahoo con “toilet accident” me sale una imagen bastante gore.
No se si tendras oportunidad de hacer pan alli. Lo mas dificil de conseguir es la levadura y luego tener que encender el horno es un poco engorroso, aunque para un dia especial esta bien.
Yo llevo haciendo bastantes pizzas ultimamente. Tengo una sandwichera y despues de tener la masa hecha en 15 minutos la tienes hecha. Es mas rapida que el horno y gasta menos. Da menos pereza porque el horno suele estar lleno de cosas.
Tambien hago pan plano, que para quitarte el mono a ti te valdria. Esta muy rico, pero creo que no dura mucho.
Gracias por tu muy considerado consejo, amigo Wallebot. La verdad es que no me apetecería nada accidentarme de esa guisa y tener que ser rescatado por los servicios de emergencia chinos.
Respecto del pan, tampoco sería mala idea hacerlo yo mismo de vez en cuando, pero en China casi ninguna cocina viene con horno, y con la frecuencia con la que nos mudamos por aquí, tampoco sale muy rentable comprar uno eléctrico de esos.
En fin, habrá que seguir con el arroz y con las versiones locales de nuestro querido e indispensable pan.
Volviendo al reconocimiento facial.
Acabo de leer en un libro “50 teorias fascinates….” que en el 2009 se hizo un estudio y dicen que los asiaticos reconocen peor las expresiones de repugnancia y miedo.
No se si tenemo la misma dificultad con las mismas expresiones o tal vez fallamos en otras diferentes cuando vemos chino.
Puedes usar a tu novia para experimentar. Yo me acuerdo del chinito al que le ibas a robar los chorizos.
Le puedes hacer el test con expresiones de los chinos.
Paul ekman hacia pruebas con aborigenes de Oceania ¿nueva guinea? y les indicaba que pensaba en algo que de miedo, de asco y les sacaba fotos.
Si se prestan puedes sacar fotos a los chinos de la calle. Tal vez se mas adecuado que haga una china y luego hacerte el testa a ti sin saber en que pensaban.
Paul Ekman tiene creo que un par de libros o mas sobre expresiones faciales. por si te quieres informar. 🙂
Respecto al pan, voy mirar a ver si puedo hacer una pizza con sarten y grill aunque sea de microondas.
En china se suele tener Micro?
Saludos.
Me suena que ya había leído algo al respecto cuando estudiaba antropología. Yo creo que las expresiones faciales tienen mucho de aprendido, por lo que es posible que en muchas culturas no entiendan lo que expresamos en Occidente con caretos como el de Macaulay Culkin en películas como Solo en casa, y ya ni hablemos de Jim Carrey.
A mí me consta que, en China, no está muy valorada la expresión facial exagerada, en parte por su particular estoicismo, y en parte porque la entienden como una causa directa de las temidísimas arrugas faciales. Quizás es por ello que esos sistemas de reconocimiento fallan entre los asiáticos.
En cuanto al pan, sí que tenemos micros, pero no sé si de ahí puede salir un pan con fundamiento 🙂