Que los chinos perdonen lo que se les hizo en América

No sé si existe una forma más suave de decir esto sin faltar a la gravedad del asunto, pero los chinos que fueron llegando a América hasta bien entrado el Siglo XX padecieron tal cantidad de injusticias, que uno no puede sino admirar su capacidad de perdonar, olvidar y seguir dispuestos a entablar relaciones con cualquier país americano.

De acuerdo con un interesantísimo artículo de Dieglo L. Chou, las primeras oleadas de chinos (hoy no hablaremos de la hipótesis de 1421) en llegar al Nuevo Continente habrían desembarcado en Acapulco a comienzos del Siglo XVII. Al parecer, la mayoría de ellos provenían de Filipinas, donde las tensiones entre el Imperio Español y el Imperio Chino resultaron en diversas masacres contra la población originaria de este último. Ante semejante panorama, algunos decidieron huir a América e incluso hubo quienes lo hicieron consiguiendo sacar provecho del comercio de seda por plata.

Ese flujo migratorio aumentó gracias al permiso de entrada de artesanos orientales por parte de la Corona Española, y para mediados del Siglo XVII ya había un barrio chino en Ciudad de México. Es más, según el artículo antes citado, ya por el año 1636 se documentaron algunos conflictos causados por la competencia entre peluqueros chinos y españoles, aunque las autoridades acabaron favoreciendo al gremio de los europeos, como ocurriría en tantas y tantas disputas por el sur, el centro y el norte de América en las décadas y siglos venideros. Pero en aquellos tiempos también hubo mucho chinos que no tuvieron tanta “suerte” y que padecieron la discriminación en sectores mucho más sujetos a la esclavitud, como el de la agricultura, la minería o la fabricación textil.

Ahora bien, la llegada de chinos a América no fue realmente significativa hasta la segunda mitad del Siglo XIX, periodo en el que la colonización del continente converge con los procesos de modernización e industrialización acelerada.

Según recoge Mar Solís en un muy recomendable artículo sobre la esclavitud china en hispanoamérica, Cuba y Perú fueron dos de los lugares que más chinos recibieron. En aquella época el viaje a través del Océano Índico y el Atlántico todavía duraba la friolera de entre 110 a 150 días y las condiciones de hacinamiento (solo dos m³/pasajero) y maltrato se cobraban numerosas víctimas mortales.

A Cuba llegaron unos 150.000 chinos que trabajaron principalmente en las plantaciones de azúcar de La Habana y Matanzas. En principio, estos chinos eran hombres libres, pero sus contratos les obligaban a trabajar hasta reembolsar el coste de su transporte y padecieron el mismo régimen carcelario que los esclavos africanos. Además, se dio la paradoja de que los esclavos fueron los encargados de instruir a los chinos en sus tareas, y la metodología de enseñanza que utilizaron fue la que aprendieron de los españoles: los palos.

Esta situación hizo que los chinos se rebelasen en numerosas ocasiones y que fuesen adquiriendo un mayor interés por liberarse del yugo colonial, lo que los convertiría en un sujeto de importancia en los procesos de emancipación cubana.

Por su parte, Perú también recibió más de 100.000 trabajadores chinos en el tercer cuarto del Siglo XIX, pero las horribles condiciones de explotación en los cultivos de azúcar y en la extracción de guano solo dejó con vida a una décima parte.

Vayamos ahora a los Estados Unidos. El país norteamericano se convirtió en el primer destino de miles de cantoneses en plena Fiebre del Oro Californiana (1848-1855). Además, los chinos fueron la principal fuerza de trabajo contratada para la construcción del tramo oeste del primer ferrocarril transcontinental (1863-1869). Todo ello hizo que la población china creciese de forma notable, desde 25.000 en 1852 hasta más de 100.000 en 1880.

Ahora bien, aunque muchos chinos llegaron para trabajar en las condiciones más duras, no pocos de ellos se las apañaron para ahorrar dinero y abrir sus propios negocios, lo cual generó toda una serie de conflictos con la mal llamada “población local”. Como consecuencia de aquellas tensiones y del sentimiento anti-chino, el gobierno de los Estados Unidos proclamó el Acta de Exclusión China (1882), la primera ley de este país en prohibir la inmigración de un grupo étnico o nacional específico, con el agravante de que sus medidas se mantuvieron en vigor hasta nada menos que el año 1943.

Por su parte, México también vivió un sustancial aumento de inmigrantes chinos a partir de 1876. La mayoría de estos también procedían de Cantón e, igual que ocurrió en los EEUU, muchos de ellos trabajaron en diversos proyectos ferroviarios. Además, México recibiría un buen número de los trabajadores chinos expulsados del país vecino a partir de 1882.

Conforme a lo que expone Dieglo L. Chou en su trabajo, se podría decir que en aquellos años las relaciones de México con el endeble Imperio Chino eran algo mejores y propiciaron la llegada de más población procedente de Cantón, Macao y Hong Kong. No obstante, eso no significa que los trabajadores gozasen de mejores condiciones, ya que solo 1 o 2 de cada 10 se dedicaban a los negocios, y buena parte del resto padeció duras y precarias condiciones de trabajo que resultaron mortales en demasiados casos.

Como he sugerido antes, uno de los mayores problemas de los trabajadores chinos en toda América consistía en que muchos eran forzados a trabajar durante varios años por la obligación contractual de pagar el coste de su transporte desde China, por lo que no tenían más remedio que emplearse más duro y aceptar las tareas rechazadas por otros. Además, incluso después de la abolición de la esclavitud y de sus abusivas condiciones contractuales, los chinos que conseguían escapar de la explotación laboral sufrieron todo tipo de abusos por parte de los colonos europeos, lo cual les empujó a crear sus propias colonias.

No en vano, las condiciones económicas de los chinos mejoraron en todas partes a medida que fueron reuniéndose en colonias y barrios. Según los datos presentados por Diego L. Chou, en el año 1919, la colonia de Sonora era la más grande de todo México y una de las más grandes de toda América, donde nada menos que el 74,4% de los casi 6000 chinos se dedicaban al comercio. Esto nos ofrece una idea de la enorme capacidad de los chinos para mejorar sus condiciones de vida una vez liberados de la explotación y la esclavitud.

Sin embargo, igual que había ocurrido en los Estados Unidos, el hecho de que los chinos prosperasen y contratasen casi exclusivamente a sus semejantes hizo que la población “autóctona” presionase al gobierno para tomar medidas. Los bajos precios de los bienes y servicios ofrecidos por los chinos también generaron muchas tensiones que se agravaron después de la Gran Depresión de 1929, momento a partir del cual se llegaron a poner en práctica medidas ilegales aunque efectivas que recuerdan a las aplicadas por los nazis contra los judíos.

Los años 30 marcaron el inicio de las expulsiones de miles de chinos de México, algunos de los cuales tuvieron que salir en plazos de tiempo ridículos que acarrearon la pérdida de buena parte de su fortuna.

También hubo miles de chinos que trabajaron y murieron en la construcción del ferrocarril interoceánico y el desastroso “proyecto francés” del Canal de Panamá. Pero después de que esta última convenciese a la China Imperial para que la reconociese como estado independiente de Colombia, demostró su agradecimiento a los chinos prohibiéndoles la entrada en sus fronteras.

Como podéis imaginar, buena parte de la mala fortuna de los chinos en el continente americano tiene mucho que ver con la debilidad del Estado chino hasta bien superada la Segunda Guerra Mundial. Los chinos residentes en las Américas simplemente carecían del respaldo diplomático necesario para evitar la discriminación y los excesos perpetrados contra ellos.

Afortunadamente, esta situación mejoraría a lo largo de la segunda mitad del Siglo XX y el auge de China como potencia política y económica ha facilitado el hecho de que todos los países americanos tengan que tratar a los inmigrantes chinos del mismo modo que al resto.

Menos mal que los chinos saben perdonar y olvidar…

19 comentarios en “Que los chinos perdonen lo que se les hizo en América”

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  2. En Cuba hablan precisamente de la expresión ¨te han engañado como a un chino¨ refiriéndose a cómo llegaron allí bajo falsas promesas para de inmediato sufrir esta explotación.

  3. Gran entrada, como siempre, Javier. Pensaba que el éxodo chino hacua América se limitaba a la fiebre del oro en California.
    Mucha luz arrojaste hoy. Gracias.
    Saludos desde Tenerife.

  4. Otra diferencia es que los horrores que vivieron los chinos en América ocurrió fuera del territorio chino, es detestable pero no duele igual a la conciencia colectiva. En cambio Japón invadió China, esas cosas perduran de otra manera. Un saludo.

  5. Ya sabía algo, mis ancestros cambiaron su apellido chino a uno hispano para permitirles seguir viviendo en México durante el Maximato.

  6. Hola aquí unos apuntes que añaden más información a este interesante artículo:

    Fin de la tradición dinástica. (End of dynastic rule.)
    La dinastía Qing, que duró desde 1644 hasta 1912, fue la última dinastía imperial de China. Su conquista del Ming (1618-1683) costó 25 millones de vidas y la economía de China se redujo drásticamente. [78] Después de que el Ming meridional terminara, la conquista adicional del Khanate de Dzungar agregó Mongolia, Tíbet y Xinjiang al imperio. La autocracia centralizada se fortaleció para combatir el sentimiento anti-Qing con la política de valorar la agricultura y restringir el comercio, el Haijin y el control ideológico representado por la inquisición literaria, causando estancamiento social y tecnológico. ] [81] A mediados del siglo XIX, la dinastía experimentó el imperialismo occidental en las Guerras del Opio con Gran Bretaña y Francia. China se vio obligada a pagar compensaciones, abrir puertos convencionales, permitir extraterritorialidad a ciudadanos extranjeros y ceder Hong Kong a los británicos [82] bajo el Tratado de 1842 de Nanking, el primero de los Tratados Desiguales. La Primera Guerra Sino-Japonesa (1894-95) resultó en la pérdida de influencia de Qing China en la península coreana, así como la cesión de Taiwán a Japón. [83]
    La Alianza de ocho naciones invadió a China para derrotar a los boxeadores anti-extranjeros y sus partidarios Qing.

    La dinastía Qing también comenzó a experimentar disturbios internos en los que decenas de millones de personas murieron, especialmente en la Rebelión Taiping fallida que asoló el sur de China en 1850 y 1860 y la Revuelta Dungan (1862-77) en el noroeste. El éxito inicial del Movimiento de Auto-Fortalecimiento de la década de 1860 fue frustrado por una serie de derrotas militares en las décadas de 1880 y 1890.

    En el siglo XIX, comenzó la gran diáspora china. Las pérdidas debidas a la emigración se sumaron a conflictos y catástrofes como la hambruna china del norte de 1876-1879, en la que murieron entre 9 y 13 millones de personas [84]. En 1898, el Emperador de Guangxu redactó un plan de reforma para establecer una moderna monarquía constitucional, pero estos planes fueron frustrados por la Emperatriz Viuda Cixi. La malograda rebelión anti-extranjera de los boxeadores de 1899-1901 debilitó aún más la dinastía. Aunque Cixi patrocinó un programa de reformas, la Revolución Xinhai de 1911-12 puso fin a la dinastía Qing y estableció la República de China.

    https://en.wikipedia.org/wiki/China#Prehistory

    Es un tema histórico y también bastante complejo. Existen muchos factores.
    Incluso el títular: “Que los chinos perdonen lo que se les hizo en América” puede cambiarse, convertirse en generico, usarse de forma polivalente, en fecha actual o pasada, de forma plural o individual, antepasados o personas vivas/muertas, cambiando algunas palabras, etc.
    Que ………. perdone(n) lo que se le(s) hizo ………..

    Este articulo me parece muy respetuoso con la historia, nos ayuda a conocerla.
    Hay mucha información sobre el tema. El link anterior en inglés es el que creo tiene más información, es un buen punto de referencia e información.

    Lo curioso de este tema sobre “China” es que me ha recordado. A epoca anterior a la diaspora china, la “Hambruna Irlandesa de la patata.”
    https://es.wikipedia.org/wiki/Gran_hambruna_irlandesa#cite_note-1

    Y, esto no va de chiste, lo que leyendo este artículo me ha hecho recordar que hace poco leí unos Cuentos Folkloricos Africanos en los que hablar y “tener” una esclava era algo normal y hasta una forma popular de representar la riqueza personal de una persona, estirpe, etc.
    Algo parecido que ocurría y ocurre en algunos pueblos poligamos en los que “a mayor numero de esposas”, más riqueza.

    Saludos.

  7. Como un apunte extra, mi ciudad Mexicali se encuentra en terreno hostil, al grado que nuestro estado era un simple territorio que no interesaba al gobierno centralista de la época (y que no a cambiado mucho). Fue cuando la Colorado River Land Company comenzó a trabajar las tierras utilizando mano de obra China en su mayoría.

    Cuando el gobierno se decidió a expropiar las tierras de la compañía, los chinos se quedaron súbitamente sin trabajo. Es de admirar que la mayoría busco nuevas fuentes de ingresos y ahora contamos con una de las comunidades chinas más grandes y prósperas del país.

    Son un grupo tímido hasta cierto punto, se adapta e integra al entorno y prosperan asombrosamente bien.

  8. Un dato el tema de los peluqueros, escribes europeos pero en América en esa época los españoles que tenia eran americanos.

  9. El holocausto nazi y el estalinista fueron apenas aproximaciones a la ignominia y genocidio que los estados unidos aplicaron a los inmigrantes chinos. Esto, seguramente, alguna vez será revertido por parte de China.

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